¡SÁLVESE QUIEN PUEDA!

Por Francisco de Jesús Cerón Gámez

Hace setenta y siete días con once horas y 29 minutos, lo recuerdo como si hubiera sido ayer, donde las autoridades de todos los niveles de gobierno habidos y por haber, declararon la emergencia sanitaria por el ya famoso, el influencer, el líder en tendencias en redes sociales, medios de comunicación, meritorio a la página principal de los periódicos impresos casi todos los días, al que ya es más tema de interés que “las mañereas”, hablo de nuestro radiante presidente AMLO y que además ¡llego para quedarse!, nuestro compañero de todos los días, el COVID–19. Algunos creen y algunos otros no, algunas se cuidan y algunos otros no, algunos se quedan en casa y algunos otros no, en fin, cuento de nunca acabar, siempre vendrán tiempos mejores diría mi entrañable amiga “Yuri”.

Pero hoy hablaremos del segundo lugar en el “Top Ten” de aquel que está dando de qué hablar no solo en lo local ni en lo nacional, sino que es tendencia mundial y que se ha ganado una mención honorifica en este impresionante año 2020, hoy vamos hablar de la “Labor Policiaca”.

En estos días se ha visto de manera global, en diferentes ciudades y países, las manifestaciones en contra de algunos acontecimientos generados las por acciones de algunos policías, como lo es el caso de nuestros vecinos de los “United States” con el asesinato de George Floyd, acciones absolutamente reprobables y que se merece caiga todo el peso de la ley hacia los culpables. O el asesinato de un joven mexicano que no portaba su cubre bocas en el estado de Jalisco, también a cargo por elementos policiacos y que también fue el detonante de algunas manifestaciones, y sin irnos tan lejos aquí en Gómez Palacio, las infinitas quejas en redes sociales en contra del personal de seguridad pública y vialidad.

Pero aquí debemos de analizar y poner en la balanza diferentes puntos, ¿quieren monologue? Diría mi entrañable amigo “Adal Ramones”, pues comencemos:

Nos enfocaremos en el tema local e iniciaremos con otro compañero ya de años atrás, los retenes anti alcohol de cada fin de sema, ¿tienen razón de ser? ¡Pero por supuesto que sí! No es nuevo que manejar en estado de ebriedad o con aliento alcohólico es considerado una falta administrativa y por lo tanto merecedor a una multa. Hoy les voy a revelar el secreto para poder pasar esos retenes sin ningún problema y es de los más eficiente, ¡si vas a manejar, no tomes!

Pasemos a la siguiente pregunta ¿en verdad son útiles? Eso no está en discusión, está comprobado en todo el mundo que estos operativos disminuyen los accidentes viales y por supuesto que sería en error quitarlos, es mejor prevenir que lamentar.

Ahora analicemos los retenes “0 tolerancia” supongamos que ya te salvaste del operativo alcoholímetro porque al igual que yo, nunca tomas una gota de alcohol, pero te detienen por placas vencidas, por no traer luces, por ir a exceso de velocidad, revisar tu papelería, o alguna otra cosa, no es nuevo que todo esto también es meritorio a una infracción y que debemos tener en orden todo.

¡Pero! ¡Siempre hay un, pero! lo que causa molestia, frustración, enojo, cólera e ira, ¡es que estamos en tiempos de COVID!, es la incongruencia de las autoridades el no tener abiertos los negocios y empresas para que la gente trabaje, active la economía, genere dinero y lleve el sustento a sus familias y hogares, pero si poner en riesgo, tanto al ciudadano como a los elementos de seguridad en este tipo de operativos, donde el contacto físico es inevitable y lo único que das entender al ciudadano es que los operativos son meramente recaudatorios, si debo de traer licencia, pero ahora no hay dinero para tramitar una licencia, si debo de traer mis placas nuevas, pero ahora no hay para pagar los refrendos, y las gente tiene que salir a buscar el sustento, pero ahora además de cuidarse del Coronavirus, ahora hay que cuidarse de los operativos, del agente de tránsito, de las patrullas etc.. etc…

Y si a todo esto le agregamos, sin generalizar, porque reconozco que hay elementos que se ponen el uniforme para servir honradamente, que se entregan en su labor diaria, y buscan ayudar y prevenir, personal aun con valores y con la moral intacta, pero como en todos lados hay buenos y malos, están los que te paran sin ninguna razón, que te quieren revisar hasta el aire de las llantas, tu CURP, tu RFC, y te piden hasta el certificado del Kínder, te faltan al respeto, te agreden físicamente y verbalmente, se comportan prepotentemente y todo lo que termine en ente, es lo que nos hace tener miedo de quien nos debe generar confianza.

Son tiempos muy difíciles, donde la unidad de todos sería de gran ayuda para ir saliendo de las problemáticas sociales, pero la unidad se ve demasiado lejos tan lejano como ver al Cruz Azul campeón, ¡sálvese quien pueda! O ayudémonos a salvarnos todos juntos.

Me voy, porque ya saben, los trastes, nos leemos en la próxima.

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